Todo el mundo se pregunta si es aburrido estar varios días en un resort en una isla privada. En este post vamos a contarte todo lo qué hacer en Las Maldivas durante 5 días. Si eres de esa clase de personas que sufren viendo la felicidad ajena⇒ ¡no sigas leyendo!
Este viaje fue un auténtico capricho. La guinda del pastel a nuestra luna de miel. Descansando, disfrutando de la paz y la tranquilidad que reina en Kuramathi, nuestra isla privada.
Llegamos en avión al aeropuerto de Male que realmente se encuentra en una isla cercana Hulele, a 1 km de la capital de las Maldivas. El vuelo duró 6 horas. Al bajarnos del avión ya nos dimos cuenta de que era otro ritmo de vida muy distinto. Nos acompañaron a una sala con aire acondicionado, dulces, canapés y bebidas frías mientras esperábamos a nuestro taxi-hidroavión.
Estábamos nerviosos nunca habíamos subido en uno y el hecho de aterrizar en el mar nos impresionaba un poco. Después de 45 minutos esperando llegó nuestro turno. Nos guiaron a 5 personas al mismo embarcadero. Fuimos los primeros en subirnos y nos sentamos justo detrás del piloto. No podíamos dejar de sonreír, era la típica risilla nerviosa incontrolable.
De repente los motores empezaron a rugir. Era un ruido atronador, muy intenso. No oíamos nada más. Tras unos minutos deslizándonos por el agua despegamos. Poco a poco iban apareciendo pequeñas islas. La mayoría circulares y con el agua más turquesa que hayamos visto nunca. ¡Era impresionante!
Más impresionante aún era ver al piloto conducir con los pies mientras escribía en una libreta. No dábamos crédito.
Una vez nos bajamos del hidroavión esperamos en una plataforma de madera en mitad del mar a que llegara el barco que nos llevaría a nuestra isla. Volvíamos a sonreír, ya teníamos delante el paraíso. Podíamos ver como asomaba el techo del lounge entre las palmeras. Elegimos esa isla porque la habíamos visto en un programa de televisión y además sabíamos que había una española en la recepción. Fue ella la que nos explicó detalladamente todo lo que nos íbamos a encontrar a lo largo del resort.
Pese a que es una isla pequeña -a penas tiene 2 km de largo- tiene todo lo que puedas necesitar en un paraíso del descanso y el relax. Hay muchas cosas que hacer en Las Maldivas si te apetece hacerlas – obviamente-. Piscinas infinitas, spa, varios restaurantes, zona de conciertos, cultivar en el huerto ecológico, pasear por los jardines con vegetación impresionantes y arboles centenarios… ¿Más? Zona de parque infantil, ir a la discoteca, jugar al tenis, al fútbol…¿No eres de deportes? También hay pequeñas boutiques, centro de ocio y varias terracitas donde beber deliciosos zumos…etc.
Lo que más nos gusta es viajar por libre, pero reconocemos que este viaje salió perfecto. Y dudamos que con todo el lío que teníamos organizando la boda pudiéramos hacerlo mejor. Más barato seguro, pero ya lo dijimos, ¡era la guinda de nuestro pastel!
Pese a que no es lo común nosotros decidimos hacer un combinado para alojarnos en distintas cabañas en la isla. Las primeras dos noches nos alojamos en una Gardenvilla y las siguientes en una Watervilla.
La Gardenvilla esta construida en el centro de la isla, entre vegetación. Salias por la puerta caminabas unos pasos por el jardín tropical y llegabas a la orilla. Nos encantaba, sobre todo el baño con la ducha exterior. Reconocemos que de primeras nos daba un poco de pudor ducharnos al aire libre y que la pared exterior del baño fuera de cristal. Pero una vez comprobamos que era inviable que alguien nos viera -a no ser que se subiera a una palmera-, disfrutamos al máximo de esas duchas viendo la jungla. ¡Todo el mundo debería tener en casa baños así!
Estábamos encantados con nuestra Gardenvilla, pero no podíamos estar en Las Maldivas e irnos de la isla sin dormir en una Watervilla. La mañana del tercer día nos entregaron la llave de nuestro bungalow sobre el agua. Nos llevaron el equipaje a la habitación y nosotros solo FLIPAMOS. No podíamos cerrar la boca. ¿Flipar puede considerarse como actividad que hacer en Las Maldivas? 😉
Tras recorrer unos 300 metros por una pasarela de tablillas llegamos a nuestra habitación. Era como estar en una revista, en una película, no podía ser verdad. Toda de madera oscura, con vistas al mar, escaleras directas al agua, con un hilo musical particular, el de las olas del mar.
No tenía persianas ni cortinas. Tan solo unas puertas venecianas que dejaban pasar la brisa, el olor, y sobre todo la luz del amanecer. No se me ocurre mejor manera de despertar.
Desde las escaleras bajábamos directamente a hacer snorkel, esta es la actividad principal que hacer en Las Maldivas. Lo hicimos un montón de horas al día. Que pena no haber tenido una cámara submarina. Miles de pececillos de todos los colores que se puedan imaginar nadaban a nuestro alrededor. Vimos mantas rayas, tiburones de aleta negra, millones de cangrejos ermitaños de todos los tamaños, estrellas de mar…era como vivir en la película de «Buscando a Nemo«. Es algo que nunca olvidaremos.
A veces la gente piensa que en una isla paradisíaca te aburres a lo largo del día. Pues no, están equivocados, al igual que estábamos nosotros. ¡No te aburres nunca! Es como que todo tu organismo se adormece, se acostumbra, se relaja. Con levantarte y darte un baño nada más salir de la cama, desayunar, pasear y volver a darte otro baño -así todo el día en bucle- tienes suficiente. No sabemos si era el cansancio acumulado de los 15 días en Tailandia o el mecer del bungalow al ritmo de las olas, pero estábamos en la gloria sin nada ni nadie.
Durante los 6 días que estuvimos en la isla repusimos fuerzas y kilos. Habíamos adelgazado de cara a la boda por los nervios y en esos días comimos tan variado y bien que fue fácil recuperar el peso. Como cambiamos de habitación, también nos cambiaron el restaurante asignado. Ambos era muy bonitos y abiertos a la jungla. De madera y techos de hoja de palmera, se integran de maravilla en la naturaleza.
Casi todo el mundo piensa que en una isla tan pequeña a penas haces ejercicio pero en realidad no es cierto. La recorríamos varias veces al día a diferentes horas, y cada vez descubríamos algo nuevo. A lo tonto, según el reloj de Jose, caminábamos una media de 8 kilómetros diarios.
También buscamos a unos murciélagos del tamaño de buitres o incluso mayores. Eran feísimos. De todos los paseos nos quedamos con los nocturnos. Millones de cangrejos correteaban de un lado al otro a toda prisa. Teníamos que ir con linternas para no pisarlos.
Cuando llegábamos al extremo más estrecho de la isla -que es una gran lengua de arena que se cubre parcialmente con la marea alta- apagábamos las linternas y observábamos como la orilla se cubría de minúsculas lucecitas azules, como si fueran luciérnagas. Era fitoplacton bioluminiscente, todo un espectáculo. Somos muy afortunados al poder disfrutar de estas maravillas naturales.
También fue muy bonito cuando zarpamos en una barca para avistar delfines al atardecer. Además quiero hacer hincapié en que son muy respetuosos con la vida marina.
Durante toda la estancia en general el clima fue bueno, sol y calor. Alguna nube que se agradecía. Además el primer día haciendo snorkel fuimos en camiseta para evitar rozarnos con coral y cortarnos, pero no nos dimos cuenta de taparnos la nuca y el cuello. ¡Menuda quemadura! Nos dolía solo con respirar, por eso en muchas fotos salimos con pañuelos al cuello, para evitar la calcinación. Échale un ojo al post de consejos e info práctica que hablamos de estas cosas.
Conclusión:
Aunque te guste viajar por libre, patear ciudades o subir montañas, hay que ir a Las Maldivas al menos una vez en la vida. Ese arrecife de coral es increíble e inolvidable. Nosotros volveremos solo para hacer snorkel. ¡Lo echamos de menos cada día!
¿Quieres visitar más islas?
Desde Male puedes visitar islas similares a la nuestra sin necesidad de alojarte en un resort. Igualmente puedes pasear por las largas lenguas de arena, hacer snorkel, dar paseos en barco para ver delfines y otras muchas actividades como el surf o el buceo. Cómo ves, es bastante improbable aburrirse y hay muchas cosas que hacer en Las Maldivas.
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Esperamos que el post te haya servido de ayuda para planificar tu viaje. Si tienes cualquier duda, sugerencia o aportación, deja un comentario. Te contestaremos tan pronto como sea posible.
Muchas gracias por leernos y… ¡buen viaje!
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Vaya fotazas. ¡Menudo paraíso! Increíble Maldivas.
Muchas gracias Virginia!! Las fotos no hacen justicia al paraíso. Mejor dicho, los fotógrafos no hacemos justicia????. Muchas gracias por leernos. Feliz septiembre!????