La Senda del Río Guadamía es una de las rutas fluviales más sencillas y atractivas de todo Asturias. En poco más de 90 minutos se recorren 4 kilómetros siguiendo un trazado circular que parte de Llames de Pría, concejo de Llanes. Está homologada como PR-AS-264, es conocida como Senda de Samuel Cachero y forma parte de la antigua Vía Marítima de Agripa que recorría la Cornisa Cantábrica.
Un paseo ameno y apto para toda la familia donde patrimonio natural y etnográfico se dan la mano. Molinos harineros, puentes romanos, saltos de agua y un bosque de ribera autóctono componen un paisaje casi virgen donde la exuberante vegetación te pondrá a prueba cual explorador.
¿Por qué lleva el nombre de Samuel Cachero? Fue un vecino que luchó por impedir que se vertieran purines al río Mía / Aguamía / Guadamía e impulsor de la creación de la senda actual. La Senda del Río Guadamía fue un proyecto desarrollado y ejecutado en jornadas de sextaferias por los vecinos de los concejos limítrofes.
Aparcar en la Senda del Río Guadamía
El inicio de la senda se encuentra en un punto donde NO hay espacio para dejar el coche sin entorpecer el tráfico. Debemos dirigirnos al gran aparcamiento habilitado en la carretera de acceso a Llames de Pría. Es una explanada de tierra con capacidad para más de 50 vehículos.
Dónde empieza la Senda del Río Guadamía
DESCARGA AQUÍ EL TRACK DE LA SENDA DEL RÍO GUADAMÍA
Abandonamos el aparcamiento y retrocedemos a pie 800 metros por carretera. Nos desviamos a la derecha siguiendo un camino descendente señalizado con un mojón del Camino de Santiago del Norte.
Apenas 200 metros después encontramos el comienzo de la senda junto a un precioso puente romano (reformado en la Edad Media) sobre el río Guadamía. El río nace a 2 kilómetros de este lugar y es la frontera natural entre los concejos de Llanes (orilla derecha) y Ribeseya/Ribadesella (orilla izquierda). Allí mismo hay un memorial en recuerdo a Samuel Cachero pero le falta la placa con la inscripción.
En la orilla riosellana, tras el puente, hay una pequeña portilla que debemos abrir -y volver a cerrar-. Está un poco escondida pero fíjate en la foto del puente, se ve claramente. Los primeros 50 metros son un buen resumen de lo que nos vamos a encontrar en esta senda de escasos 4 kilómetros; agua cristalina, rayos de sol colándose entre los árboles y un verde vibrante muy característico de esta zona.
Al otro extremo de la pradera hay otra portilla que nos introduce en el bosque de ribera.
Los molinos del río Guadamía
A pocos pasos nos encontramos un canal que nos indica que el Molino del Picu anda cerca. El primero de cuatro y a su vez el que mejor se conserva, pues ha sido reconvertido en vivienda. Una muela colocada en el canal facilita el paso y nos indica el camino a seguir. Bajamos las escaleras de madera y contemplamos como el río desciende con rapidez y forma un par de saltos de agua y una poza muy vistosa.
El camino transcurre por la finca particular, no te alejes del río para no molestar. Pronto cruzamos una pasarela artesanal que nos hace cambiar de orilla, algo que repetiremos en varias ocasiones a lo largo de la ruta tanto por pasarelas de madera, una metálica y por puentes romanos reformados en la Edad Media.
El sendero es paralelo al río y el murmullo nos acompaña durante todo el camino, siendo más intenso en los saltos de agua y en alguna cascada. Varias canalizaciones y ruinas nos recuerdan que en siglos pasados el río Guadamía era punto de reunión vecinal. Da pena ver como el abandono ha acabado con ellos, tan solo se conservan los arcos del infierno, pero ni rastro de la maquinaria.
El último tramo se realiza por la orilla llanisca. Desaparece la tierra y las tortuosas raíces de los árboles, ahora la arena nos indica que estamos próximos al Mar Cantábrico. También cambia la vegetación que crece influenciada por la salinidad.
Fiordo de La Xatera – Playa fluvial del río Guadamía
En el punto donde el río Guadamía se encuentra con el mar se forma un pequeño fiordo que particularmente me parece de los paisajes más bonitos de Asturias. Cuando vimos este lugar por primera vez nos llevamos una sorpresa similar a la que experimentamos al ver las playas interiores de Gulpiyuri o del Cobijeru.
Tengo que ser honesta y reconocer que este lugar en Agosto -y plagado de bañistas- pierde magia, sigue siendo bellísimo, pero poder disfrutar de este rinconcito a solas, justo en ese momento en el que la marea está subiendo y cada ola, tímidamente, avanza un poquito más…¡Es otra cosa! Si tienes oportunidad de escoger el momento del día, evita la pleamar. Si vas en bajamar puedes adentrarte a pie en el fiordo y llegar a la Playa de Guadamía.
Dos opciones para regresar ¡Elige!
Llegados a este punto puedes deshacer el camino andado o completar la ruta circular (es lo que hacemos nosotros). Continuamos la ruta a la derecha tal y como indica un poste casero «Senda Samuel». Este camino también tiene un mojón que se corresponde con el GR-204 “Senda costera” en el tramo San Antolín – Guadamía.
Ascendemos brevemente sin perder de vista la panorámica de las Sierras de Cueva Negra y del Cuera y pronto llegamos al núcleo rural de Llames de Pría.
¿Quieres ampliar la ruta?
En esta zona son muy populares los Bufones de Pría, unos respiraderos por donde sale el aire a presión cuando golpean las olas. Cuando hay tempestades es todo un espectáculo porque salen chorros a varios metros de altura. Si la mar está en calma solo verás un ligero vaporcillo, pero sigue siendo algo realmente curioso. Puedes llegar hasta ellos dando un paseo de 1 kilómetro, es decir, sumar 2 kilómetros al recorrido total.
Si hay bajamar puedes cruzar a la orilla contraria donde encontrarás un área recreativa con mesas y parrillas. En ese tramo de acantilados en dirección a Ribeseya/Ribadesella hay unos pozos de gran tamaño y a varios metros de la línea de costa, sin embargo el mar llega hasta ellos y forman pozas naturales. Ten especial cuidado si vas con niños o perros porque no hay elementos de seguridad y algunas cavidades son enormes.
Tomar algo en Llames de Pría
Tanto si has ampliado la ruta como si no, regresa al núcleo rural. Aprovechando el paseo puedes contemplar la Capilla de San Saturnino y la bolera asturiana. Nosotros paramos en el Restaurante La Pumarada para reponer fuerzas. Tiene una terraza ideal para tomar una sidra -o dos-. Además ya no hay prisa, el aparcamiento está a pocos metros.
Planes complementarios
Por cercanía quizá te interese:
- Visitar la Villa de Llanes en un día. Incluye planes complementarios como visitar Colombres, San Antolín de Bedón…PUEDES LEER MÁS AQUÍ.
- Recorrer la Senda Costera de Celorio – Poo – Llanes, una ruta sencilla de 7 kilómetros con paisajes espectaculares de la costa asturiana.
- Descubrir las «playas sin mar de Asturias» Gulpiyuri y Cobijeru (ambas Monumentos Naturales).
- Explorar Ribadesella y visitar la Cueva de Tito Bustillo.
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